La sequía obliga a cerrar la Azucarera de La Bañeza (León) el 25 de noviembre y reabrirá en marzo

Agronews Castilla y León

17 de noviembre de 2017

agricultor cosechando remolacha en escarbajosa de cuellar segovia 18 oct 2016 8

La Agencia Estatal de Meteorología en Castilla y León había anunciado lluvias abundantes a partir del próximo lunes, pero el anticiclón que se ha colocado delante de la península Ibérica está desviando todas las borrascas y, a través de Twitter, la Aemet retrasa hasta, al menos, dentro de 10 días la llegada de precipitaciones. El agua se hace de rogar y el campo sigue sufriendo. En la provincia de León, la remolacha es uno de los cultivos damnificados por las escasas precipitaciones, hay 1.800 hectáreas que no se han regado desde agosto y en el resto los rendimientos están por debajo de lo habitual. La Azucarera de La Bañeza que abrió el 25 de octubre está recibiendo remolacha por debajo de su capacidad de molturación y por ello, según explica el secretario general de UGAL-UPA, Matías Llorente, se ha anunciado el cierre “provisional” para el próximo 25 de noviembre con el fin de “incentivar a los agricultores para que entreguen” sus cosechas, en aquellos lugares en los que se puede arrancar esta raíz. La fábrica azucarera tiene capacidad para molturar 7.200 toneladas de remolacha al día, pero se están entregando 2.000 menos, “la gente no arranca porque el terreno no está en condiciones en algunas zonas, la riqueza es baja y, además, en el Órbigo se está aprovechando para sembrar trigo”. Por ello en la reunión que mantuvieron el pasado lunes se anunció el cierre el día 25 para, al menos hasta entonces, molturar las 7.200 toneladas para las que tiene capacidad la planta.

[[{«fid»:»21637″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:588,»width»:800,»style»:»width: 300px; height: 221px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: right;»,»alt»:»Matías Llorente»,»title»:»Matías Llorente»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Después, la azucarera volverá a abrir en una segunda campaña a partir del mes de marzo para que se entregue la remolacha de las 1.800 hectáreas que llevan sin recibir agua desde agosto y que han perdido “un peso entre un 30 y un 35% y cuya polarización es muy baja”. El objetivo de partir la campaña es permitir que la raíz, hasta marzo, gane en peso y en riqueza.

Los rendimientos de la remolacha que se está cosechando ahora, “a pesar de que se sembró a tiempo”, no superan las 100 toneladas por hectárea de media con una polarización en el 16.9%. En León se sembraron este año 6.631 hectáreas de remolacha y el aforo esperado era de 600.000 toneladas, pero “la media ha caído debido a la falta de lluvias, al exceso de calor y problemas serios con enfermedades que se ha cargado las hojas”

“Muy preocupados”

En la provincia de León hay 53.000 hectáreas de regadío que viven con “muchísima preocupación” la situación actual porque, con los embalses al 11% de capacidad y sin lluvia en noviembre, “hay cero disponibilidad para riego en la próxima campaña”.

El calor y la sequía ha provocado un “hecho histórico” en la provincia de León, la primera productora de maíz del país, la cosecha terminará la próxima semana “cuando lo habitual es hacerlo en marzo” y además se está recogiendo con una humedad muy baja, entre el 16 y el 19%

Aumenta la siembra de cereal

La falta de agua está inclinando la decisión de siembra de los agricultores hacia el cereal en regadío debido a la situación de los embalses y la falta de garantías sobre la campaña de 2018. Muy preocupado, dice Llorente, “no sabemos qué hacer”. Calcula que, de la superficie de regadío, “más del 30 o 35% se sembrará de cereal”. De momento, añade, tienen “la esperanza hasta enero, si se sigue igual, entonces sería desastre total y solo se podrán sembrar cereal y girasol en regadío con producciones miserables. Una situación muy difícil porque eso supondría cambios en el Greening, en la PAC y en la rotación de cultivos. Sería la ruina y el desastre total

Además, el cereal que se está sembrando ahora en secano tiene riesgos de “perder toda la cosecha” por la “falta de humedad, las heladas y el calor”



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