La semilla de remolacha, un largo camino en poco tiempo

Agronews Castilla y León

23 de mayo de 2016

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La semilla de remolacha, tal como se conoce hoy, ha recorrido un largo camino y es fruto de uno de los más exitosos empeños en investigación y puesta a disposición de recursos financieros.

Situándose en el mercado a disposición de los cultivadores, en unidades de siembra de cien mil semillas híbridas monogermen genéticas, pildoradas y con fungicidas e insecticidas incorporados, cuyo vigor germinativo roza el 100%. Aparte de esto, las semillas de remolacha se han sometido a un proceso de activación, conocido como START’UP, el cual garantiza la rapidez y homogeneidad de la nascencia, además de un menor tiempo de exposición al riesgo de helada.

En general hay consenso sobre lo que las semillas aportan al aumento de los rendimientos, la calidad de las cosechas y a la defensa de los cultivos a plagas y enfermedades. La mejora tecnológica y de calidad de las semillas de la remolacha azucarera ha sido la impulsora de la tecnificación del cultivo y muy probablemente de su subsistencia en los países desarrollados, donde no existe mano de obra barata.

El ciclo natural de la planta de la remolacha dura dos años dividiéndose en dos partes: en la primera acumula reservas en su raíz mientras que en la segunda parte florece, fructifica y produce semillas para su propagación. La parte productora de semillas es inflorescencia racimosa, más o menos abierta, que porta espigas con flores. Las flores son sésiles, sin pedúnculo, agrupadas en dos o tres, con cáliz de cinco sépalos que, a la madurez de la semilla, se endurecen y permanecen adheridos al fruto. Poseen cinco estambres biloculares con ovario tricarpelar.y estilo muy corto.

En la maduración se forma un agregado constituido por la cohesión de dos o más flores que han crecido juntas por su base y que forman un cuerpo duro e irregular llamado glomérulo, conocido como la semilla de la remolacha. La semilla multigermen es la normal en la especie Beta y era la semilla de las plantas de remolacha cultivadas en los inicios de lo que hoy se conoce como remolacha azucarera. Fue Margraf quien en 1.747 extrajo azúcar de la remolacha. PosteriormenteAchard construyó la primera fábrica experimental en 1.802 y Delessert consiguió clarificar y cristalizar este azúcar en 1.810.

El carácter monogermen de las semillas es la excepción. Las primeras plantas naturales, portadoras de este carácter, fueron citadas por M.G. Bordons en Rusia en 1938. Savitsky en 1950 seleccionó la primeras plantas monogérmenes. La descendencia de la planta CLC 101 fue distribuida por el Gobierno de U.S.A. entre los seleccionadores de todo el mundo y a partir de ella se llegó al material base de todas las variedades monogérmenes.

Nuevamente es en Estados Unidos donde el equipo de Owen 1.945 pone al día otro de los grandes descubrimientos clave para la evolución de la selección y producción de la semilla de la remolacha: La androesterilidad nuclear y la esterilidad citoplasmática, siendo esta última característica la que sirve de herramienta, utilizada para la hibridación.

El hecho de poder producir a gran escala semillas híbridas de remolacha, permite el explotar el efecto heterosis o de vigor híbrido que aporta el cruzamiento de los dos componentes de la variedad.

El paso por fábrica de las semillas así obtenidas – proceso de fabricación – no es menos importante.

  • Una puesta a punto continua del sistema de selección de granos, asegura el porcentaje de germinación.
  • Una técnica en constante avance, garantiza una perfecta aplicación de los productos para la protección fungicida e insecticida con menor impacto medio-ambiental y menor coste.
  • La mejora continuada de los sistemas de calibrado y pildorado son fundamentales para buena uniformidad de la siembra.
  • Las técnicas de activación de semillas han mejorado notablemente la rapidez y uniformidad de la nascencia.


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