Finalmente lo que todo parecía indicar antes de que comenzará el verano se ha visto cumplido una vez que se han llevado a cabo las tareas de recolección del garbanzo de Fuentesaúco y se ha visto como la producción ha sido muy baja. La mayoría de las parcelas que tienen esta leguminosa solamente han podido recoger unos 350 kilos por hectárea.
Así lo ha reconocido el Director Técnico de la Indicación Geográfica Protegida del Garbanzo de Fuentesauco (IGP), Nicolás Armenteros al confirmar a AGRONEWS CASTILLA Y LEÓN que “hemos tenido una campaña caracterizada por varias fases, la primera fue razonablemente bien aunque el año venia mal en cuanto a sequía por la falta de lluvia y exceso de calor con unas temperaturas altas en las que hemos llegado a tener semanas en las que se ha superado la media para lo que era habitual, una segunda fase en la que cayeron algunas tormentas que favorecieron al garbanzo y nos hicieron pensar que la campaña iba razonablemente bien y que iba a salir de la tónica general de lo que había en la comarca de La Guareña y una tercera fase que llegó en junio, las dos semanas previas a la entrada del verano en las que las temperaturas llegaron a alcanzar los 38 grados”. “En este punto no éramos conscientes de que manera estaba afectando a este producto ya que la planta tenía buen aspecto pero con el paso del tiempo se empezaron a secar las vainas pero no fue hasta que entraron las cosechadoras en las parcelas hasta que no hemos visto como se ha visto mermada la producción ya que en muchos casos ha sido hasta la mitad de una campaña normal y eso se ha debido a que las plantas no han podido llenar el grano porque se vieron afectadas por el calor”, ha continuado Armenteros.
En este sentido, la producción “que podría haber sido buena o aceptable se ha quedado en muy baja porque apenas ha alcanzado los 350 kilos por hectárea”, según ha señalado el Director Técnico de la IGP del Garbanzo quien ha reconocido que “este año la cosecha estaba para recolectar unos 700 kilos/hra pero a partir de junio ha ido cada día a peor hasta dar como resultado las cifras que estamos dando teniendo en cuenta que en una buena campaña de garbanzos hubiéramos alcanzado los 900 kilos por hectárea”.
La escasa producción de este alimento podría traer una parte positiva para los agricultores que sería la subida de precios. A este respecto Nicolás Armenteros ha confirmado que “siempre hay un efecto alcista en las cotizaciones cuando la oferta disminuye, no tenemos la cuantificación de cuánto va a suponer la subida del importe porque la fase de operaciones entre productores y envasadores está yendo lenta pero la teoría dice que cuando la producción baja los precios suelen subir, me imagino que esto va a suceder pero no estoy en condiciones de saber los porcentajes, pero la lógica siempre ha sido así”
Así las cosas, Armenteros ha reconocido que el mayor problema de esta campaña no son los precios “sino la escasa producción que si que provocará que no habrá suficiente producción por lo que un año más nos encontramos con esta situación, no así la temporada pasada 2016-2017 que tuvimos un incremento en la venta de producto certificado después de años con una situación estabilizada a la baja debido a los efectos de la crisis habíamos notado el incremento de demanda algo que en esta campaña no podremos incrementar por la falta de producción”.
Actualmente se encuentran inscritos un total de 52 agricultores y unas 500 hectáreas de siembra amparadas bajo la Indicación Geográfica Protegida del Garbanzo de Fuentesaúco “este año ha subido bastante con respecto a otro”, ha confirmado Nicolás Armenteros. En este sentido, ha reconocido que “seguramente para la próxima campaña como los almacenes queden vacios de producto animará a los cultivadores a sembrar más leguminosa porque el productor se retrae si tiene mucha producción así que esperamos que la próxima campaña superemos las cifras de crecimiento de siembras”.
