El Ministerio de Agricultura francés ha situado la producción de trigo duro, en la campaña 2017, en los 2,1 millones de toneladas, dato que mejora ampliamente, se trataría de un aumento del 27%, el mal dato de 2016 cuando se situó en los 1,6 millones.
Este dato permitirá al país galo exportar a otros países de la Unión Europea cerca de un millón de toneladas y a países terceros 400.000 Toneladas.
Los buenos rendimientos alcanzando han compensado la caída de la superficie en un 5% aproximadamente, circunstancia que contrasta con los objetivos con el Plan de Recuperación del cultivo que se puso en marcha en 2013 que buscaba duplicar la producción hasta llegar a cifras que rondasen los 3 – 3,5 millones de toneladas, algo para lo que se necesitaría llegar a las 600.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, mientras que en 2017 ese dato era de 351.000 has.
En Europa, la producción cayó, en 2017, un 2% hasta los 9,1 millones de toneladas frente a los 9,4 registrados en la cosecha previa, en buena parte arrastrados por una mala cosecha en Italia
La producción mundial se estima en 36,6 Millones de toneladas, un 8% inferior a la 2016. Aquí la mala campaña en Canadá es la principal responsable de esta situación pues allí se ha recogido un 40% menos de grano, pasando de los 7,8 millones de toneladas a las 4,5 entre 2016 y 2017 como consecuencia de la sequía.
