La Marcha Blanca que protagonizó el verano de 2015 mostrando a la opinión pública la complicada situación que estaban viviendo los ganaderos de vacuno de leche de Castilla y León, que había paralizado las movilizaciones y reclamaciones tras el acuerdo del 23 de septiembre y a la espera de los resultados de las medias aprobadas para tratar de salir de la crisis de precios al sector ha decidido volver a las protestas el próximo 8 de marzo antes las Cortes de Castilla y León.
El lugar elegido es para tratar de hacer llegar a todos los representantes de los partidos politícos representados en esa institución la cada vez complicada situación que viven los ganaderos con contratos ofrecidos con precios claramente a la baja ya muy por debajo de los costes de producción que las organizaciones convocantes de la Marcha Blanca han situado en los 0,34 euros.