La localidad zamorana de Perilla de Castro cuenta con una explotación de caracoles como alternativa a la ganadería tradicional

María José Salvador

23 de julio de 2015

El ingeniero agrícola Manuel Suaña decidió hace casi dos años buscar una actividad rentable por cuenta propia en un entorno natural y pensó que nada mejor que criar, engordar y comercializar caracoles vivos para consumo. Prácticamente dedica parte de su tiempo a esta explotación que compagina con trabajos de forestación.

Comenzó en su granja, de 2.000 metros cuadrados y dividida en dos eras, con 500.000 alevines, en la actualidad, tiene alrededor de 2 millones de caracoles Helix Aspersa de la variedad Bover “muy demandados en mercados catalanes y franceses”, ha señalado Manuel Suaña a Agronews Castilla y León.

Pericol, que así se llama la granja que Manuel tiene en la localidad zamorana de Perilla de Castro está sirviendo para que este ingeniero agrícola se esté “abriendo mercado” en el mundo agrario con otro tipo de las llamadas ganaderías alternativas.

Los caracoles tienen un proceso de engorde que no es muy complicado ya que tan solo “necesitan de unos 3 meses para que el animal tenga bordeada bien la concha y se pueda considerar apto para el consumo”, ha asegurado Suaña.

No son propensos a enfermedades pero si es cierto que hay que tener “cierto cuidado” con ellos porque “no podemos permitir que haya una superpoblación ya que nos acarrearía serios problemas”.

Así las cosas, los caracoles se alimentan de pienso especial enriquecido con calcio para que la concha se endurezca. La recolección de estos animales se suele hacer dependiendo de la demanda del mercado aunque Manuel Suaña reconoce que lo ideal es “que sea cada semana”. Aunque no es un proceso laborioso una vez recogidos los caracoles se colocan en bolsas de un kilo donde pasan por un proceso de operculación antes de ser vendidos ya que eso indica que los caracoles están sanos.

Hoy en día el mayor reto de esta actividad en Zamora es la comercialización de los caracoles a unos precios dignos. “Los mercados interesantes requieren un población constante y mayor de la que ahora tenemos” ha señalado Suaña. Por eso este ingeniero agrónomo apuesta por constituir una asociación entre los productores de Castilla y León para, entre otras ventajas, “poder llegar a los mercados más importantes sin pasar por los intermediarios y asegurar, así, producciones constantes y superiores”. En este sentido, Manuel Suaña alude al mercado francés que tiene una gran demanda por este tipo de producto.

Actualmente, la comercialización la lleva a cabo a través de mayoristas pero eso implica “precios bajos” y la otra “llegar directamente al consumidor final”. Suaña ha conseguido, de momento, vender caracoles en los mercados catalanes y vascos “donde hay una importante demanda”. Alude también a la “competencia” de venta de caracoles que “provienen de Marruecos a través de Portugal a precios muy bajos y que nos hacen mucho daño a este sector”.

[[{«fid»:»18326″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:90,»width»:728,»style»:»width: 728px; height: 90px;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]



Share This