Asimismo, CECRV mantiene su inquietud por que desde las instituciones europeas se siga pensando, como así lo refleja la propuesta resultante, que de cara a elaborar una nueva Estrategia de la UE en materia de Alcohol se debe actuar en materia de precios o restricciones a la comercialización tratándose de medidas cuya eficacia en busca del objetivo perseguido no está basada en evidencia alguna y desviando así el foco del enfoque que de verdad resulta eficaz en la lucha contra los daños que provoca el consumo abusivo del alcohol: la educación.
Para la Conferencia, la educación, los servicios sanitarios, las campañas institucionales dirigidas a sectores de la sociedad (menores, embarazadas, personas al volante) radicalmente incompatibles con el consumo -siquiera moderado- de alcohol, los propios canales de información y comunicación de los operadores del sector… son los ámbitos desde los cuales se debe luchar decididamente contra los daños que provoca el consumo abusivo de alcohol en la sociedad, tal y como se viene haciendo. Son éstos los ámbitos de acción en los que todos, sector, autoridades públicas, familias, profesionales sanitarios, formadores y docentes debemos dejarnos la piel por reducir y eliminar esos daños.
Por último, CECRV reivindica que el vino ha de ser considerado de manera diferenciada en el conjunto de las bebidas alcohólicas. El vino es un producto que está en el centro del patrimonio cultural y gastronómico de muchas zonas y que reporta a numerosas regiones, no sólo españolas, sino de la UE y de numerosos países, además de importantes ingresos económicos, una imagen de calidad y prestigio que permiten a esas regiones crecer, ser sostenibles y fijar su población al territorio.