1.176 hectómetros cúbicos, ésa es la cantidad que acumulan los embalses de la cuenca del Duero actualmente, están al 40,9% de su capacidad, lejos de los 1.871 de hace un año y de los 1.783 de media en la última década. Un 20% menos y aunque ha comenzado a llover y a nevar estos días la situación es preocupante, no es pesimismo, sino datos estadísticos. La Confederación Hidrográfica del Duero ha declarado en situación de 'emergencia' a un total de seis sistemas de la cuenca, son los de Támega, Aliste-Tera, Esla-Valderaduey, Carrión, Arlanza y Cega-Eresma-Adaja. Según explica Alfredo González, director técnico de la CHD, estos son los que peor situación presentan, pero el resto de los que conforman la cuenca tampoco están mucho mejor, todos ellos en alerta o prealerta.
Y ¿cómo se decide si un sistema está o no en alerta o alarma?: los datos se introducen en un sistema informático que los cruza con factores como la estadística de los últimos años, la capacidad de los embalses, la lluvia que ha caído, etc y “da una situación de prealerta, alerta o emergencia”. “Cuando en un sistema hay dos meses consecutivos en alerta o emergencia, se está en una situación de sequía prolongada. No es necesario decretarla, se está o no se está. Es un sistema estadístico. Se basa en los datos antiguos y en la situación de los últimos meses”, explica González.
Con esta situación, la CHD elevará a lo largo de este mes al Ministerio de Agricultura la propuesta de declaración de sequía, después corresponderá al departamento de Isabel García Tejerina valorar si se decreta o no la sequía y arbitrar las medidas excepcionales correspondientes. Alfredo González explica que, aunque está lloviendo y nevando, “lo más probable es que se eleve esa propuesta de declaración de sequía al ministerio porque el sistema de seguimiento es estadístico y ha dado que estamos en sequía, por tanto hay que informar y mandar la propuesta para que sea valorada”
Los regantes le piden a la CHD que inicie los expedientes de sequía
Ángel González Quintanilla, presidente de FERDUERO, la Federación de comunidades de regantes del Duero, asegura que “no es pronto para alarmarse porque estamos en febrero” y expone que si los embalses se llenasen en primavera provocaría problemas, de exceso de agua, en los cultivos y las siembras. Según los datos estadísticos que maneja Ferduero, “los años que a estas alturas estamos en condiciones similares no se terminan llenando los embalses, se quedan por debajo incluso de las necesidades para sacar los cultivos adelante”.
Con esta situación, representantes de Ferduero han mantenido varios encuentros con responsables de la CHD “para que inicie los expedientes de sequía que, si hay suerte y no hace falta activarlo, mejor, pero sí es importante que esté iniciado porque los documentos tienen sus trámites y queremos que esté adelantado”, asegura en el programa Es el Campo de Castilla y León de Es Radio.
González Quintanilla añade que “si este mes de febrero y marzo no ayudan a llenar un 85%, de los embalses lo pasaremos muy mal en la campaña de riego, depende de cómo vengan primavera y verano”.
Si finalmente hay escasez de agua, se añade otro problema en la cuenca del Duero por el “escaso abanico de variedades de cultivos que puede elegir el agricultor”, ya que para poner un cultivo no solo tiene que pensar en que consuma poca agua, sino también que sea rentable. Y como ejemplo pone la situación del año pasado cuando “muchas fincas quedaron sin sembrar, pero muy pocos pusieron girasol porque los precios habían sido muy bajo el año anterior”.
