La «bioeconomía» generará un sector agroalimentario más eficiente y contribuirá a fijar población rural

Agronews Castilla y León

27 de octubre de 2016

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El Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados de Valencia y Castellón (COITAVC) ha sentado hoy en la mesa de debate a investigadores, instituciones y empresas agroalimentarias valencianas en la jornada ‘Sector Agroalimentario Sostenible e Inteligente’. El objetivo ha sido analizar la implantación de la bioeconomía como oportunidad para alcanzar un sector agroalimentario más sostenible, capaz de hacer frente a los retos que se plantean a nivel mundial, como son alimentar a una población creciente, la limitación de los recursos naturales y el deterioro del medio ambiente, todo ello sin perder competitividad empresarial.

Según los datos ofrecidos en la jornada por Manuel Lainez, director del INIA, sólo en España, el sector agroalimentario y forestal genera 160 millones de toneladas al año de residuos, lo que supone un reto medioambiental al que la bioeconomía daría respuesta. Para Lainez, España y la Comunidad Valenciana tiene potencial para desarrollar esta nueva manera de producir, y se espera que el periodo 2020-2030 sea definitivo para su implantación,siempre que seamos capaces de generar conocimiento, fomentar innovaciones tecnológicas y organizativas y tener en cuenta las demandas de la sociedad”, ha afirmado.

La administración tendrá un papel primordial en la implantación de estos nuevos modelos productivos. En esta línea, Maite Cháfer, Directora de Desarrollo Rural de la Conselleria de Agricultura, ha informado de que el Plan de Desarrollo Rural 2014-2020 y el Primer Plan Valenciano de Producción Ecológica ya disponen de partidas que se ajustan a inversiones aplicadas a bioeconomía. “La intención desde la Conselleria es priorizar al sector primario porque es generador de empleo en el medio rural”, ha afirmado.

Además de la inversión, la correcta transferencia de conocimiento desde las entidades investigadoras a las empresas es otro de los retos que se plantean para el éxito de la bioeconomía. Un aspecto que ha destacado José Mª García Álvarez-Coque, miembro del Departamento de Economía y Ciencias Sociales de la UPV, que ha insistido en la necesidad de que la investigación académica tienda a recoger las necesidades sociales y económicas de nuestro territorio.

Por su parte, la presidenta del COITAVC, Regina Monsalve, ha aprovechado el discurso inaugural para reclamar una normativa firme que apoye los pilares de la bioeconomía, y un mayor apoyo fiscal e instrumentos financieros para proyectos piloto asentados en la innovación, que serán la base de la implantación de un modelo productivo evolucionado.

Experiencias de empresas valencianas

Las jornadas han contado con la participación de empresas valencianas que, apostando por la mejora de los procesos productivos y la reducción de los recursos utilizados, han incorporado de manera natural algunos elementos en los que se apoya la bioeconomía. Es el caso de Agriforest y Grupo Alimentario Citrus, que han destacado los beneficios que supone este modelo: ahorro de costes al reducir el uso de recursos como el agua, fitosanitarios, plásticos por la optimización de embalajes, reducción del gasto de combustible, entre otros.

En la jornada también han participado representantes de Biópolis, Cajamar Caja Rural, AINIA, Climate-Kic Spain, Colegio de Ingenieros de Montes, SEAE, FEDACOVA, IVIA y Cooperatives Agro-alimentaries de la Comunitat Valenciana. Todos ellos han expresado lo que puede aportar la bioeconomía en sus respectivos sectores, con la idea coincidente de que es la única alternativa posible a día de hoy para seguir produciendo de manera exigente, tal y como impone el contexto, pero a la vez, de manera consciente y respetuosa, para que en esa labor la víctima no sea el entorno, los recursos naturales y el medio ambiente.

La jornada ha sido clausurada por la Consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, que ha reforzado la idea de que debemos apostar por un modelo de bioeconomía propio de los países del arco mediterráneo.



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