Hoy conocemos la oveja de Raza Churra

Agronews Castilla y León

17 de abril de 2014

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Vamos a iniciar una serie de pqeuños artículos, que no pretenden ser un compendio científico de la raza, sino unas pocas notas con las que conozcamos un poco más las distintas razas ganaderas.

Esta pequeña colección de artículos la vamos a iniciar con la que puede ser una de las razas que más se identifican con Castilla y León, la churra, para lo que nos hemos acercado hasta la Asociación Nacional de Productores de estos animales, ANCHE, recogiendo una breve pero interesante información sobre las principales características de estas ovejas.

  • Los animales de raza ovina churra se definen como de proporciones alargadas y tamaño medio, con una peculiar pigmentación centrífuga en negro. Se caracteriza esta oveja por su rusticidad, capaz de caminar largas distancias en busca de alimento, soportar temperaturas extremas y estar perfectamente adaptada al medio en que se desenvuelve. Es autóctona de Castilla y León, con una mayor presencia en las provincias de Burgos, Palencia, León y Zamora; en esta última provincia se distingue un ecotipo o variedad que se denomina churra sayaguesa. Hay efectivos en todas las provincias de la región.

  • Excepcionalmente, encontramos dos variedades fuera de esta comunidad: una en el Valle de Tena (Pirineo aragonés) que es la “Churra Tensina” de la que quedan unos 3.000 ejemplares y dispone de una asociación de criadores que están realizando un gran esfuerzo tanto para evitar su desaparición, como para conseguir hacerla rentable en esta zona (ATURA); la otra en el Valle del Guadalquivir, la “Churra Lebrijana”, de la que apenas quedan ejemplares.

  • [[{«fid»:»8052″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:427,»width»:640,»style»:»width: 400px; height: 267px; border-width: 3px; border-style: solid; margin: 6px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Hasta finales del siglo XIX las ovejas churras se tenían en las explotaciones agrícolas para aprovechar los subproductos del campo, así como eriales y baldíos, daban la leche que les sobraba después de sacar una cría adelante pero nadie se preocupaba de su manejo. Es a partir del siglo XX cuando comienzan a surgir los primeros planes de mejora, puestos en marcha por diferentes organismos, hasta llegar a la actualidad en que la Asociación de Criadores de Raza Ovina Churra (ANCHE) es la entidad que gestiona el Libro Genealógico, organiza y desarrolla el Control de Rendimientos, dirige el Esquema de Selección y el Programa de Valoración de Sementales de la Raza.

  • Como en el resto de la cabaña ovina nacional, la evolución de su censo, a partir de la mecanización del campo, la revolución del sector industrial y la expansión de otras especies (porcino y aves), es regresiva, si bien en los últimos años parece que se ha estabilizado pues aunque existen un menor número de explotaciones estas cuentan con un mayor número de efectivos.

  • La opción de la raza churra como elección de animal de producción por parte de los ganaderos de ovino, tiene fundamentos sólidos por un trabajo continuado y fiel de los ganaderos de ANCHE, que han apostado fuerte en la elección de un sistema de mejora de sus producciones (cantidad y calidad) para conseguir la comercialización de productos de alta calidad.

  • Se clasifica como de aptitud lechera, esto quiere decir que los ganaderos la explotan principalmente para la producción de leche, por lo que cuando la cría se separa de la madre, a los 20 a 25 días del parto, las ovejas entran en fase de lactación y ordeño.

  • Esas crías, con pesos vivos medios de 10 kg, se sacrifican y comercializan como «LECHAZO CHURRO». Es a esa edad y peso cuanto mayor es el rendimiento en canal y además tienen la proporción idónea de músculo, hueso y grasa para la elaboración de los famosos asados, la forma más típica de cocinarlo dentro y fuera de nuestra región.

  • Hasta hace poco los consumidores no tenían posibilidad de conocer la procedencia de los lechazos que adquirían pero, gracias a la iniciativa de un grupo de ganaderos, desde el mes de mayo de 1997 se cuenta con el Reglamento de la Indicación Geográfica Protegida del Lechazo de Castilla y León (I.G.P.), en el que se detallan los municipios y comarcas que conforman el ámbito geográfico de producción, las razas admitidas, es la CHURRA una de ellas, las zonas de sacrificio y faenado de la canal, así como las características que deben cumplir las canales para que los técnicos veedores de la I.G.P. las admitan y las identifiquen con el logotipo y vitolas (etiquetas) de la Indicación.

  • Desde el Consejo Regulador se garantiza la calidad de las canales que ampara, por un proceso de control que comienza desde el momento en que paren las ovejas, sigue durante el amamantamiento de las crías y finalizada en matadero, lugar en que los veedores hacen la clasificación y colocan tanto la etiqueta como las vitolas identificativas.

  • Además el consumidor puede comprobar que estas canales tienen un color blanquecino rosado, de olor poco intenso y de sabor suave y agradable; no debe olvidar que son alimentados exclusivamente de leche materna, de ovejas criadas y manejadas de forma tradicional, de sanidad bien controlada y alimentadas de forma natural, sin añadir sustancias extrañas a su dieta.

  • Las canales de Lechazo de Castilla y León con «denominación de origen» ya se encuentran en el mercado con el logotipo de la I.G.P. y una vitola, en la que figura el anagrama y un código numérico, que se coloca en el extremo distal de las cuatro extremidades y que por sus características puede y debe permanecer hasta que el asado se sirva a la mesa.



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