Francia sigue liderando la agricultura europea aunque pierde peso

Agronews Castilla y León

21 de febrero de 2018

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La Agricultura de Francia sigue siendo la primera en Europa, pero su participación en el valor de la producción agrícola de la Unión Europea ha disminuido hasta el 16,8% en 2017, frente al 17,3% en 2016.

El valor de la producción agrícola y ganadera gala alcanzaría los 72.000 millones de euros de producción en 2017, por delante de Alemania 56.700, Italia que alcanza los 54.800 millones y España con 49.200 millones de producción agraria.

La participación de las industrias agrolimentarias en la economía francesa se ha reducido a casi la mitad desde 1980, principalmente debido a la disminución de los precios de los productos agrícolas en los últimos 25 años. La agricultura y alimentación suponian el 3,7% del producto nacional bruto (PIB) en 2014, contra más del 6% en 1980. La agricultura fruto del mal 2016 vio como su participación en el PIB caída en un sólo año del 1,7 al 1,6%.

La Agricultura más la industria vinculada a ella significan 5% de los empleos del país galo, con alrededor de 1,4 millones de empleados.

Durante más de 30 años, la tendencia ha sido la misma: las explotaciones pequeñas están desapareciendo a favor de menos estructuras pero más grandes. Francia ha perdido más de la mitad de las mismas en 25 años. Según el último censo de 2015, hay 474.000 explotaciones agrícolas y ganaderas en Francia contra más de un millón a fines de los 80 y 664.000 en 2000.

Frente a ese dato la superficie media llegó a las 61 hectáreas en 2013 frente 43 en 2000.

Mejora la ganadería

Después de años muy difíciles, la mayoría de los sectores ganaderos franceses vieron subir los precios en 2017. Los precios del cerdo se fortalecieron (+ 6%) a pesar de una disminución a partir de mayo. El precio de la leche aumentó en un 13.2%, como resultado de los esfuerzos de los productores lecheros, que sacrificaron una gran parte de su ganado para contener o incluso disminuir la producción de leche y así elevar los precios.

Los agricultores de cereales, después de una cosecha catastrófica 2016, han visto mejorar sus datos en 2017. Pero enfrentan un gran problema: con el continuo colapso de los precios mundiales y la competencia de países como Estados Unidos, Argentina, y especialmente Rusia, y viendo como la exportación, particularmente de trigo, continúan siendo revisados ​​a la baja, a pesar de la conquista de nuevos mercados.



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