Este cultivo ha descendido en los últimos 5 años en Castilla-La Mancha un 25% en su producción y, sin embargo, aporta importantes beneficios económicos y medioambientales

Agronews Castilla y León

9 de junio de 2018

img 1318 copiar 2

El sector del girasol en Castilla-La Mancha, representado por las organizaciones, Unión de Pequeños Agricultores (UPA), COAG, ASAJA de Cuenca, Guadalajara, Toledo y Albacete y AFOEX (Asociación Nacional para el Fomento de las Oleaginosas y su Extracción), se reunirá mañana con la directora general de Agricultura y Ganadería de Castilla-La Mancha, Cruz Ponce, para reivindicar una ayuda asociada al cultivo en la Reforma de la PAC.

El pasado mes de abril estas organizaciones presentaron en la ciudad de Cuenca un documento que visibilizaba el frente común y la unión para defender un cultivo que ha descendido en los últimos 5 años en Castilla-La Mancha un 25% en su producción –lo que ha supuesto una merma económica de cerca de 18 millones de euros anuales en la región- y que, sin embargo, aporta importantes y demostrados beneficios no solo al tejido económico de las provincias de la región, sino también de carácter medioambiental.

Incentivar la superficie de siembra y la producción

La superficie de girasol en Castilla-La Mancha ha decrecido paulatinamente en una tendencia que se mantiene clara y constante; la bajada anual ronda el 5% sin pausa y mantenida en el tiempo. Es más, la actual ayuda asociada a los cultivos proteicos no ha conseguido cambiar este rumbo y no existen en la actualidad en la región, como sí existieron en el pasado, ayudas específicas agroambientales para el cultivo del girasol. Ante este panorama el sector hace un llamamiento desesperado para incentivar la superficie de siembra y producción actuales de este cultivo, a través de una ayuda asociada específica y suficiente.

Por ello, en el encuentro de mañana con Cruz Ponce se le solicitará la inclusión en el documento de posición común en Castilla-La Mancha para la Reforma de la PAC una ayuda asociada con el objetivo de recuperar los niveles de producción históricos. Esta ayuda podría adoptar forma de pago anual por superficie cultivada, tal y como actualmente permite el Reglamento.

Importante valor medioambiental

El cultivo del girasol es económicamente muy importante para varias provincias de la región y una fuente de diversificación de rentas en mercados tan complicados como los de los cultivos herbáceos. Además, proteger este cultivo es apostar por una reducción en un 70% del aporte de Gases de Efecto Invernadero (GEIs) y una clara apuesta por el Medio Ambiente y frente al cambio climático, como persigue la PAC.

En el caso de un girasol que no se fertilice, como tradicionalmente se cultiva en nuestra región, los ahorros de GEIs serían, por orden de importancia: inexistencia de emisiones a la atmósfera de óxido nitroso procedente del abonado nitrogenado del suelo agrícola; ineexistencia de emisiones de CO2, en la fabricación de los fertilizantes y reducción de las emisiones de CO2, por menor consumo de gasóleo al no abonarse.

Además, un girasol que no se fertilice tiene un 80% menos de consumo energético que un cereal. De este modo se reduce la huella de carbono, consiguiendo un aumento de la sostenibilidad global de cultivo.

Sin olvidar su indudable valor paisajístico, a lo que hay que añadir que en verano, más allá de los leñosos, el girasol es el único cultivo dentro de los cereales que se transforma en refugio para numerosas especies.

Por todo ello, las cinco organizaciones cierran filas por el mantenimiento de este cultivo y recuerdan que “el compromiso 2020 está inmerso en toda la argumentación de la PAC actual y de su reforma próxima, basada en la reducción de las emisiones de CO2 y aún es más importante en la disminución de Óxido Nitroso (N2O), ya que es más contaminante”.



Share This