El índice de precios de los alimentos de la FAO promedió 169,5 puntos en enero, casi sin cambios desde el mes anterior, ya que el aumento de los precios de los cereales básicos y el aceite de palma se compensó con la disminución de las cotizaciones del azúcar, la mantequilla y el queso.
El índice de precios de cereales de la FAO subió casi un 2,5 por ciento desde diciembre, ya que el efecto de los grandes suministros fue más que compensado por las preocupaciones sobre el clima y la debilidad del dólar estadounidense. El índice, que abarca el trigo, el arroz y los cereales secundarios, incluido el maíz, es un 6,3 por ciento más alto que su nivel de enero de 2017.
[[{«fid»:»38205″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:286,»width»:228,»style»:»width: 228px; height: 286px; border-width: 4px; border-style: solid; margin: 4px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en función del comercio que sigue los precios del mercado internacional de cinco de los principales grupos de productos alimenticios.
El índice de precios de aceite vegetal de la FAO prácticamente no se modificó en enero, ya que los valores del aceite de palma aumentaron moderadamente, mientras que los del aceite de girasol y colza se debilitaron.
El Índice de precios de los lácteos según la FAO disminuyó un 2,4 por ciento a partir de diciembre de 2017. cotizaciones de precios internacionales más bajos para mantequilla y queso – estimuladas por la abundancia de suministros en el hemisferio norte y Australia – superaba los mayores precios de la leche en polvo.
El índice de precios de azúcar de la FAO disminuyó un 1,6 por ciento a más de un 30 por ciento por debajo de su nivel de hace un año, impulsado por los buenos resultados de producción y, en consecuencia, las amplias disponibilidades de exportación.
El índice de precios de la carne de la FAO se mantuvo casi sin cambios mes tras mes, ya que la escasa demanda de importaciones de carne de aves de corral y carne de cerdo compensó la mayor demanda de carne de ovino y la reducción de las cantidades de carne de bovino ofrecida a la venta en Oceanía.
