A escala europea, la banda ancha también margina a las zonas rurales, según el Tribunal de Cuentas Europeo

Agronews Castilla y León

15 de junio de 2018

internet

Tras analizar cómo se cumplen los objetivos de banda ancha de la UE, el Tribunal de Cuentas Europeo concluye que las zonas rurales siguen siendo desfavorecidas, según recoge en su web la Red Aragonesa de Desarrollo Rural

Para el sector privado en general las zonas rurales son menos atractivas para la inversión privada en ofrecer banda ancha. El medio rural sigue estando peor conectado que las ciudades. Los 15.000 millones de euros de ayudas públicas europeas en 2014-2020 siguen sin cerrar la brecha digital rural.

En su Informe 12/2018, publicado el pasado 5 de junio, el Tribunal (TCE) analizó la eficacia de las medidas adoptadas por la Comisión Europea y los Estados miembros para lograr esos objetivos, revisó los períodos de programación 2007-2013 y 2014-2020, todas las fuentes de financiación de la UE, todos los servicios de la Comisión y del BEI que tienen un papel significativo en la banda ancha y en otros agentes. Sobre el terreno se centró principalmente en cinco Estados miembros: Irlanda, Alemania, Hungría, Polonia e Italia. En estos Estados, el TCE analizó los planes de banda ancha para concluir los factores limitantes y centró la atención en las zonas rurales, las normas y la coordinación entre períodos de programación y fuentes de financiación.

El TCE explica con sencillez la importancia de la banda ancha, concepto que se usa para referirse a las velocidades de internet más rápidas, y las categorías de velocidades de descarga. Además, el TCE ilustra los tramos de una red de banda ancha y describe los tipos de infraestructuras, sus tecnologías, las políticas, los modelos de apoyo público y la ayuda financiera de la UE a las infraestructuras de banda ancha (unos 15.000 millones de euros en 2014-2020 más otros 2.700 en 2007-2013).

La Estrategia Europa 2020 estableció en 2010 tres objetivos para la banda ancha: llevar a toda Europa la básica -hasta 30 megabits por segundo- para 2013 y la rápida (más de 30 Mbps) para 2020; y la ultrarrápida (más de 100 Mbps) en al menos el 50% de los hogares europeos para 2020. Para lograr estos objetivos, la UE ha puesto a disposición de los Estados miembros 15.000 millones de euros en 2014-2020.

A finales de 2013, todos los Estados miembros excepto los tres Estados bálticos tenían banda ancha básica, y a finales de junio de 2016 prácticamente todos los ciudadanos de la UE contaban con acceso a redes de banda ancha básicas.

El objetivo de 2020 para la banda ancha rápida no será tan fácil de alcanzar aunque el aumento en la cobertura de banda ancha rápida es general en la UE: la cobertura rural fue del 47% de los hogares en 2016, mientras que la media general era del 80%. A mediados de 2017 había 14 Estados miembros con una cobertura inferior al 50% en las zonas rurales. España es el sexto Estado miembro con mayor diferencia entre la cobertura de banda ancha rápida rural y urbana. Sólo tres Estados miembros pequeños o urbanizados, Malta, Luxemburgo y los Países Bajos, contaban con una cobertura rural equivalente a la urbana.

En banda ancha ultrarrápida los objetivos aún están más lejos de cumplirse.

Varios factores influyeron en el incumplimiento de los objetivos de banda ancha, entre ellos destaca que varios Estados miembros erraron al enfocar la financiación a la cobertura rural y suburbana, que algunos Estados tardaron en interpretar las normas de ayudas estatales y que el apoyo del Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas que financiaba el apoyo a un proyecto importante exige que los proyectos ofrezcan viabilidad económica, no está hecho para dirigirse a zonas desatendidas por los mercados.

Nota de prensa del TCE.



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