«Ensilado de maíz para ganado lechero. Consejos prácticos para mejorar la calidad del ensilado» AGROPAL

Agronews Castilla y León

8 de noviembre de 2015

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El cuidado del ensilado comienza desde el momento de cultivar el maíz y se extiende hasta la alimentación del ganado. Así, el objetivo general puede ser cultivar maíz hasta el estado de madurez adecuado que permita la eficiente conversión y conservación en ensilado de alta calidad. El ensilado de maíz es un ingrediente muy utilizado en la alimentación de ganado lechero, por esta razón es importante reconocer algunos puntos cruciales para la elaboración de un buen producto que permita aprovechar eficientemente esta técnica de conservación.

Estos consejos están enfocados hacia los factores que podemos controlar y/o monitorizar, algunos de ellos son:

  • Madurez de la planta
  • Contenido de humedad
  • Tamaño de partícula
  • Uso de aditivos
  • Tipo de silo
  • Manejo del silo

¿Cuándo se debe cosechar el maíz para ensilar?

La planificación de un ensilado de alta calidad comienza con la elección de una buena semilla de maíz que sea adecuada para ensilar. Existen guías de cultivo que aconsejan sobre la variedad de maíz indicada para la zona geográfica, así como las prácticas culturales que se han de seguir (fertilización, fumigación, etc.).

La madurez del grano se mide indirectamente con el avance de la línea de leche y el contenido de materia seca en toda la planta se recomienda que sea de 30 a 35%, es decir, 70 a 65% de humedad y el avance de línea de leche varía entre 1/2 y 2/3 (cantidad de “parte amarilla” frente a “parte blanca” cuando se observa un grano de la parte central de la mazorca).

Factores a considerar en el momento de la cosecha

Altura de corte

La altura de corte es un factor muy importante a la hora de cosechar maíz para ensilar. Cuando se produce el maíz, naturalmente se busca obtener altos rendimientos, por lo tanto cosechamos el maíz a una altura de 10-20 cm. Desde el punto de vista nutricional, esta altura de corte disminuye el valor nutritivo, en otras palabras, si se cosecha a una altura mayor se puede obtener un maíz que producirá ensilado de mayor calidad y se evitaran problemas de contaminación por tierra. Se recomienda una altura de 30-40 cm, las cañas tienen en promedio 3 nudos. Se ha observado en investigaciones, que cosechando maíz a una altura de aproximadamente 30-40 cm se puede mejorar el contenido energético (ya que la cantidad de almidón es mayor), el contenido de fibra disminuye y se obtiene mejor digestibilidad comparado con maíz que se cosechó con una altura de corte de 10 a 20 cm aproximadamente.

Es necesario aclarar que con esta altura de corte, el perfil nutritivo del ensilado cambiará, por lo tanto debe consultar al nutriólogo para formular una ración de acuerdo a la nueva composición, de lo contrario, una sustitución directa puede provocar cambios en la producción de leche, por ejemplo, disminución en el contenido de grasa.

Tamaño de partícula

El tamaño de partícula es importante porque tiene efecto sobre la preparación del silo así como en las características físicas de la dieta de los animales. Para ensilar maíz se recomienda un tamaño de partícula de entre 0,95 a 1,27 cm, generalmente se redondea a 1 a 1,5 centímetros. Al momento de compactar el maíz en el silo, el tamaño de partícula es muy importante. Si es demasiado grande se va a dificultar la compactación porque habrá mucho aire atrapado entre las capas de maíz picado. Si queda mucho aire se producirá una fermentación aerobia que es perjudicial para un buen ensilado.

Respecto a las características físicas de la dieta, el tamaño de partícula tiene influencia sobre el consumo de alimento. El objetivo es tener un tamaño tal, que el animal lo consuma sin discriminar, esto quiere decir que la ración debe tener una presentación que no permita selectividad. Si el tamaño de partícula es muy grande, los animales tenderán a seleccionar alimento.

Después de que el maíz ha alcanzado el estado de madurez recomendado y se procede a cosecharlo, es importante tener en cuenta que la tarea siguiente es tratar de conservar el valor nutritivo del maíz, para ello se debe poner especial atención en los siguientes puntos:

  • Llenado del silo y compactación
  • Opcional: Uso de aditivos
  • Sellado del silo

Llenado y compactación del silo

Antes de empezar a llenar el silo, éste debe ser acondicionado correctamente, por ejemplo, si es silo de trinchera, revisar que no haya restos de ensilado en mal estado en las paredes, tener una superficie firme y seca (rellenar hoyos, eliminar charcos de agua).

Cuando comienza a llegar del campo el ensilado, ya deben estar listos los tractores o la maquinaria con la que se vaya a trabajar para que en cuanto se reciba la primera carga se pueda manejar pronto y de manera eficiente.

En el momento del compactado de las descargas en el silo, se debe procurar que sea en capas uniformes con una espesura máxima entre 15 y 20 cm. Esto dependerá de la cantidad a ensilar y de la habilidad de los tractoristas.

La finalidad de hacer un buen pisado del material a ensilar es lograr una distribución uniforme que permita una mejor compactación. Con 20 cm de espesor, los tractores ejercen presión suficiente para compactar y excluir el aire. Si las capas son más densas se puede notar que después de que pasa el tractor el material se “esponja” y atrapa aire, recordemos que el aire (específicamente oxígeno) es uno de los principales factores que afectan negativamente la calidad del silo.

El llenado y compactación del silo son puntos críticos que se deben ejecutar eficientemente para lograr ensilado de calidad. La importancia de estos dos pasos radica en que después de cortar las plantas, éstas siguen respirando, esto quiere decir que las plantas siguen consumiendo nutrientes que se intentan conservar para nutrir a las animales, por lo tanto, el objetivo debe ser llenar y compactar el silo lo más pronto posible para disminuir la degradación de nutrientes.

Compactar el silo en capas va a depender de la frecuencia con la que lleguen los remolques, si hay lapsos considerables entre uno y otro viaje, podéis optar por hacer capas más delgadas. Independientemente del espesor de las capas es aconsejable estar pasando los tractores continuamente; en silos de trinchera la única opción es circular hacia adelante y hacia atrás en un solo sentido, pero en trincheras más amplias alternar direcciones para procurar uniformidad en el compactado.

Puntos clave:

  • Arreglar en capas de 20cm
  • Compactar continuamente
  • No dejar maíz en los camiones durante la noche, porque se estropea la calidad del forraje

Uso de aditivos

Los aditivos para ensilados se pueden clasificar en:

  • Mejoradores de la fermentación
  • Mejoradores del valor nutritivo
  • Inhibidores/conservadores

De manera general el ensilado de maíz no requiere aditivos mejoradores de la fermentación. Estos aditivos promueven el crecimiento de bacterias homofermentativas y heterofermentativas, de tal manera que el resultado es variable dependiendo de la población inicial del cultivo. Estos aditivos se pueden utilizar (inoculantes) con bacterias acido lácticas (BAL homofermentativas), enzimas fibrolíticas (celulasa, hemicelulasa, entre otras) o una combinación de ambas es una buena opción que permite una mejor conservación del ensilado y a la vez mejoran la digestibilidad. Las BAL aceleran la fermentación del ensilado y las enzimas ayudan en la degradación parcial de la pared celular. La aplicación de estos aditivos puede ser introduciendo la mezcla directamente en la ensiladora o sobre el material fresco que se va recibiendo en el silo utilizando una mochila como las que se usan para fumigar.

Finalmente, la aplicación superficial de un inhibidor de crecimiento de hongos y levaduras es muy recomendable para disminuir la degradación de nutrientes (pudrición), evitar el crecimiento de hongos sobre la última capa de maíz picado, además mejorar la estabilidad aeróbica al momento de abrir el silo. El ácido propiónico es uno de los agentes antimicóticos que mejor funcionan en la preparación de ensilado (estos ácidos se usan para la bajada del pH de forma rápida). La aplicación debe hacerse de acuerdo a las indicaciones de los técnicos porque depende de la composición y concentración del producto ya que algunos de estos aditivos (inhibidores/conservadores), además de ácido propiónico, pueden incluir más de un tipo de ácido (málico, sórbico, ascórbico, benzoico).

Sellado del silo

Cuando se ha llenado el silo, se debe sellar o cubrir lo más pronto posible con polietileno para disminuir la exposición al oxígeno, evitar la entrada de luz y de agua, y proteger contra plagas (pájaros, roedores). Al momento de poner estos materiales debemos tratar de cubrir la mayor superficie posible.

Desensilado

Determinará las condiciones a las que va a llegar el forraje al comedero. Es conveniente que el frente de silo avance diariamente unos 20 cm., y no destapar más silo del que se va a consumir en dos días. Por otra parte, se recomienda no remover más silo del que se va a usar en ese momento, ya que de esta forma minimizamos la exposición al aire del producto, evitando su deterioro por fermentaciones no deseadas.

Como conclusión, conseguir un buen silo de maíz, supone disponer de un alimento de primera calidad que obtendremos cuidando algunos aspectos del manejo y utilizando los productos adecuados para su correcta conservación.

Fuente: AGROPAL



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