En 733 localidades de Castilla y León no se existe comercio alguno y en 233 los vecinos sólo disponen de un establecimiento para adquirir víveres.

Agronews Castilla y León

12 de diciembre de 2017

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La consejera de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, Pilar del Olmo, presentó ayer, 11 de diciembre, en el transcurso de una reunión con la Red de Agentes de Comercio Interior (RACI) y representantes del sector comercial, las conclusiones de un estudio elaborado por su departamento que identifica 24 zonas de la Comunidad con mayor déficit de establecimientos dedicados a la venta de productos cotidianos. Este informe sentará las bases para el plan de abastecimiento en el medio rural, que pretende corregir las debilidades y desequilibrios detectados en la prestación de este servicio de primera necesidad, con el objetivo último de generar actividad y empleo en los pueblos y fijar población. Para completar este diagnóstico y articular medidas, la Junta va a implicar a las diputaciones provinciales aprovechando su cercanía y elevado grado de conocimiento del territorio.

Los primeros resultados de este informe permiten avanzar el enfoque de las medidas que se incluirán en el plan de abastecimiento en el medio rural: los incentivos al emprendimiento en este sector y la captación y apoyo al asentamiento de otras fórmulas de distribución que actúen allí donde se den las condiciones para que prosperen.

El estudio se ha realizado a partir de las Unidades Básicas de Ordenación y Servicios del Territorio (UBOST) delimitadas conforme al proyecto de ley de Ordenación, Servicios y Gobierno del Territorio de la Comunidad –en fase de tramitación parlamentaria en las Cortes de Castilla y León– y acota 24 zonas que presentan déficit comercial en distinto grado, en función de la superficie de venta al público de supermercados y de tiendas de producto cotidiano por habitante.

Clasificación en tres grupos en función del grado de déficit comercial

Estas 24 áreas agrupan 1.251 municipios en los que residen 459.291 habitantes. Pese a contar en su conjunto con 2.656 comercios de productos básicos, en 733 localidades no existe ningún local de este tipo y en 228 sus vecinos sólo disponen de un establecimiento para adquirir víveres.

Por este motivo, el análisis efectuado por la Junta clasifica estas zonas en tres grupos según el grado de desabastecimiento detectado. En el primero se sitúan las zonas con más déficit comercial, que son siete: noroeste de Burgos (Alfoz de Quintadueñas, Villadiego); oeste de Burgos y límite con Palencia (Melgar de Fernamental, Villalbilla de Burgos); noreste de Zamora (Villalpando); los límites geográficos de las provincias de Burgos y Segovia (Cantalejo); este de Soria (Ágreda); este de Zamora y límite con Salamanca (Fuentesaúco), y centro-oeste de Zamora (Alcañices).

En un segundo bloque se ubican tres áreas: norte de León (Villablino) y sur de León (Astorga, La Bañeza) –donde se observa un desequilibrio motivado por la existencia de municipios que casi monopolizan la existencia de supermercados en sus respectivos territorios– y centro-este de Salamanca (de Tamames a Alba de Tormes) –donde se aprecia una deficiente presencia de tiendas y una superficie de metros masiva en un extremo de la zona, en concreto, en Carbajosa de la Sagrada–.

Para finalizar, el tercer apartado está compuesto por 14 zonas en las que es recomendable mejorar el suministro de bienes de primera necesidad. Son Este de León (Cistierna); Centro de Palencia (Saldaña); Norte de Burgos (Briviesca, Villarcayo); Este de Burgos (Salas de los Infantes, Belorado); Centro de Burgos (Lerma); zona limítrofe de las provincias de Palencia, Valladolid y Burgos (Venta de Baños); Noroeste de Valladolid (Medina de Rioseco); Oeste de Zamora en su límite con Salamanca (Vitigudino); Norte de Ávila (Arévalo); zona limítrofe entre Segovia y Soria (Riaza, San Esteban de Gormaz); Sureste de Soria (Almazán); Oeste de Salamanca (Lumbrales); Centro de Salamanca (Vitugudino), y Oeste de Ávila y Este de Salamanca (Peñaranda de Bracamonte, Guijuelo, Burgohondo).

Subvención de 396.000 euros a las diputaciones para completar este mapa

En el plan de abastecimiento comercial en el medio rural de la Junta va a jugar un papel esencial la RACI, que es el instrumento de colaboración público-privada constituido en el marco del III Plan de Comercio, que aglutina a instituciones locales y provinciales y a representantes del sector.

En este sentido, la consejera de Economía y Hacienda anunció la inminente concesión de una subvención de 396.000 euros a las diputaciones para que, con una parte de ese importe, contribuyan a completar este mapa de la distribución comercial y colaboren en el diseño de iniciativas que lo mejoren. Se trata de aprovechar el conocimiento más profundo del territorio que tienen estas administraciones para definir las zonas prioritarias de actuación, incluyendo las que puedan surgir, y las fórmulas más adecuadas para subsanar su déficit comercial.

Asimismo, de forma simultánea a la elaboración de este estudio y con los objetivos prefijados, la Junta ha venido perfilando algunas de las medidas que pueden aplicarse para equilibrar el nivel de aprovisionamiento de productos básicos en los pueblos de Castilla y León.

Apoyo a los emprendedores y captación de nuevas fórmulas de distribución

En primer lugar, se trabajará en el mantenimiento de negocios que generen un abastecimiento permanente de artículos de primera necesidad y se apoyará con subvenciones específicas, dentro de la Lanzadera Financiera, la creación de otros nuevos surgidos con este propósito. En este ámbito, el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) cooperará de la mano con las cámaras de comercio en la búsqueda de emprendedores y en la prestación de los servicios necesarios para que fructifique su actividad.

Una segunda línea de actuación se centrará en captar y respaldar otras fórmulas de distribución comercial para que se asienten en los nichos de mercado detectados en este estudio. La Dirección General de Comercio y Consumo mantendrá una interlocución permanente con las asociaciones que representan los intereses del sector para intentar atraer proyectos de grandes cadenas; promover la implantación de franquicias o la utilización de sistemas cooperativistas, y contactar con industrias locales o autonómicas para facilitar la provisión de mercancía a las tiendas existentes o las de nueva apertura.

De forma paralela, la Consejería de Economía y Hacienda continuará fomentando y apoyando con ayudas el uso y aplicación de las nuevas tecnologías a los modelos de gestión comercial para potenciar la competitividad del sector.

Es preciso indicar que estas iniciativas proyectadas en el marco del plan de abastecimiento comercial en el medio rural están en sintonía e, incluso, pueden ser complementarias con la estrategia para impulsar el turismo de compras, presentada recientemente. De hecho, la figura del Comercio de Interés Turístico, que se va a promover con una línea de subvenciones de nueva creación, permite combinar su enfoque hacia el viajero con el que demandan sus clientes habituales, que son los vecinos residentes en la zona de influencia.

Estos establecimientos, acreditados con un sello distintivo, se conciben como tiendas que comercializan productos autóctonos y/o amparados por marcas de calidad y prestan servicios dirigidos expresamente al visitante. Sin embargo, también se les va a permitir compaginar esta función con el suministro de artículos de primera necesidad, siempre que exista una separación evidente.

De ahí que otra parte de la subvención total que se va a otorgar a las diputaciones tenga como finalidad que estas instituciones cooperen tanto en la identificación de locales y áreas territoriales con potencial comercial y atractivo turístico, como en la captación de proyectos de inversión que puedan dar respuesta a los objetivos de mejora del abastecimiento y/o de fomento del turismo de compras.



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