El Sindicato Labrego Gallego ha celebrado hoy, 7 de julio, una asamblea en Lugo donde se dieron los primeros pasos para constituir, en su próximo congreso, la Secretaría de la persona jubilada.
La secretaría general de la organización agraria, Isabel Vilalba Seivane, destacó el peso creciente que están teniendo los jubilados, tanto en la sociedad gallega en general como en el sindicato. De hecho, actualmente el 25% de la población está jubilada, y se estima que, en 2031, ese porcentaje alcanzará el 33%. Por lo tanto, es muy necesario crear un espacio para la participación en estas personas en el SLG, porque su contribución, a través de la experiencia y la capacidad, sigue siendo fundamental.
El profesor Xabier Pérez Dávila, explicó brevemente el funcionamiento del sistema público de pensiones y destacó los cinco principales amenazas que se cernían sobre él: las pensiones son muy bajas, con 4 millones de personas que reciben un pago inferior al salario mínimo (€ 735'90); El sistema de pensiones en sí refleja la desigualdad de género que ocurre en el lugar de trabajo, con una pensión promedio para hombres de 1.250 euros frente a los 800 euros que cobran las mujeres; También hay una desigualdad términos territoriales en Galicia la pensión media des 898 euros, de 1.078 en el promedio estatal y 1.271 € de Madrid; y, por último, es previsible que todo va a peor, ya que ahora, después de las últimas reformas, las pensiones aumentaron sólo un 0,25% por año en lugar del aumento del IPC, y sigue siendo un déficit en la recogida de la Seguridad Social .
En cuanto a Victoria Portas, coordinadora del Movimiento en Defensa de las Pensiones (Modepen), se centró en analizar la discriminación que sufren lagricultores y ganaderos con el actual sistema de pensiones. En 2007, los trabajadores que contribuyeron para la Seguridad Social Agrícola pasaron al Régimen de Autónomos; Ese año, en Galicia, 200,000 personas cotizaban por el Agrario, pero solo 36,000 pasaron a trabajar por cuenta propia. Portas informó que la mayoría de las personas que dejaron decotizareran mujeres agricultoras, ya que las familias no podían asumir el costo creciente de la Seguridad Social. Hoy en día, las pensiones medias de los agricultores son inferiores a la pensión mínima entre el 13 y el 15%, lo que significa que muchas personas que trabajaron toda la vida en la agricultura, que se jubilan tienen que seguir trabajando lo que tiene su repercusiín, por ejemplo, en los accidentes laborales.
