El Ministerio de Agricultura reconoce la gravedad de la situación de los regadíos navarros de la Cuenca del Ebro

Agronews Castilla y León

11 de septiembre de 2017

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El Gobierno de Navarra valora “positivamente” que el Estado reconozca la gravedad de la situación por la que atraviesan los regadíos navarros de la Cuenca del Ebro, en su respuesta a la solicitud realizada el pasado agosto por la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, ante el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, para incluir el tramo navarro de la cuenca hidrográfica del Ebro dentro del ámbito de aplicación del Real Decreto de 9 de junio, por el que se adoptaron medidas urgentes para paliar los efectos producidos por la sequía.

Sin embargo, el ejecutivo foral lamenta que no se haya atendido su petición y anuncia que insistirá ante el Estado para que el tramo navarro sea incluido dentro de las medidas surgentes que permitan paliar la escasez de agua.

La responsable de la Dirección General del Agua del Ministerio, Liana Sandra Ardiles, ha remitido una carta a la consejera Elizalde en la que reconoce la gravedad de la situación y coincide con el Ejecutivo foral en la necesidad de una mayor colaboración entre ambas administraciones. En su texto señala que, según la última evaluación (31 de julio de 2017), el índice global de sequía en la cuenca del Ebro se encuentra en situación de prealerta para sistemas regulados, y de alerta para sistemas no regulados. En concreto, la misiva indica que en el caso “de persistir la situación de escasez global de la cuenca y alcanzarse la situación de alerta durante varios meses consecutivos, será el momento de poner en marcha medidas excepcionales, debiendo adoptarse para el global de la cuenca y no solo para sistemas concretos”.

Según informa el Ministerio en su carta, las situaciones de sequía son gestionadas mediante la aplicación de los planes especiales ante la situaciones de alerta o eventual sequía, los denominados Planes de Sequía, regulados por la Orden MAM/698/2007. Estos planes establecen medidas para minimizar los impactos y mejorar la gestión del recurso hídrico en la cuenca, en función de los cuatro niveles o umbrales de fases de gravedad progresiva que definen.

Con este criterio, el Ministerio considera que, con las medidas actuales, puede concluirse con garantías el año hidrológico y, a partir de octubre y en función de las lluvias registradas, valorar otras posibilidades. “Seguiremos aplicando –afirma textualmente la carta- las medidas de vigilancia y control que venimos desarrollando hasta ahora, así como las medidas puntuales de gestión y reducción de uso que hasta el momento se han definido”. “Con ello esperamos -continúa la carta- concluir con garantías el presente año hidrológico para evaluar a partir de octubre las previsiones de cara al nuevo año hidrológico 2017-18 en función de las precipitaciones que se puedan producir en los próximos meses”.



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