El Gobierno de Extremadura crea el Registro de Trashumantes

Agronews Castilla y León

30 de septiembre de 2016

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La Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio prepara un decreto que contempla, entre otras medidas, la creación del Registro Extremeño de Trashumantes. El director general de Desarrollo Rural, Manuel Mejías, ha anunciado esta medida durante la inauguración de una exposición sobre la trashumancia que presenta la Consejería en la Feria de Zafra. En su intervención, ha indicado que ese decreto inicia ahora su tramitación y podría estar operativo a finales de año.

Dicha normativa regulará igualmente la convocatoria de ayudas para la trashumancia a pie que apueste por una ganadería de calidad que cumpla su función productiva, que sea respetuosa y protectora con la naturaleza, y que fomente el desarrollo social y económico de la población rural. Está previsto que la cuantía de las ayudas sea por unidad de ganado: vacuno, 4€/día; ovino, 0.60 €/día; caprino: 0.60 €/día; y equino: 4 €/día, quedando establecido un límite de 5000 € por explotación ganadera y convocatoria.

La exposición, denominada “Trashumar: Oveja que anda, bocado haya”, recoge diversos aspectos históricos de esta práctica ganadera que llegó a generar una cultura propia, la pastoril, que abarca ámbitos tan variados como el estrictamente ganadero, hasta el religioso, gastronómico e incluso un amplio vocabulario y una arquitectura singular dominada por la sencillez y la funcionalidad.

La muestra estará abierta al público todos los días durante la Feria y tras su paso por Zafra recorrerá diversas ciudades extremeñas.

LA TRASHUMANCIA

La trashumancia en la Península Ibérica es un fenómeno singular propiciado por factores tales como la climatología, la calidad de los suelos y una peculiar orografía. Pero además, el permanente estado de guerra entre los Reinos Cristianos y los distintos estados musulmanes que fueron sucediéndose en la zona andalusí propiciaron que, en los espacios fronterizos, se crearan grandes latifundios cedidos por los monarcas a nobles y a la Iglesia (especialmente a las Órdenes Militares). Estos latifundios fueron dedicados a pasto para cabañas trashumantes y, para llegar a ellos, los ganados podían en su recorrido pastar con libertad, a través de caminos específicos (las cañadas, veredas, cordeles y coladas), respetando tan sólo viñas, cultivos de cereal sin cosechar, huertos y prados forrajeros.

Desde principios del siglo XX se ha venido produciendo una progresiva decadencia de la trashumancia y, en consecuencia, un menor uso de las vías pecuarias, cuya recuperación interesa promocionar, comenzando con la trashumancia mediante desplazamientos cortos entre provincias o comarcas colindantes, que actualmente resulta más representativa, y una vez afianzados estos, promover objetivos más ambiciosos.

La pérdida de rentabilidad del ganado trashumante, por el menor índice de conversión de carne durante el desplazamiento y los gastos que éste supone, motiva el progresivo descenso de la trashumancia a pie que ha experimentado la red viaria por las cabañas de largo recorrido, con todo lo que ello supone para la preservación de razas autóctonas y para el desarrollo de la función como corredor ecológico, mediante la migración, distribución geográfica e intercambio genético de especies silvestres.



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