El informe de julio del Consejo Internacional de Cereales, IGC, sitúa la producción mundial, en la campaña 2015, en los 1.970 millones de toneladas, dato que se sitúa un 2% por debajo de la anterior que fue la mayor de la historia alcanzando los 2.013 millones de toneladas.
Esa disminución tiene como principal responsable a la climatología que ha perjudicado, por ejemplo, al trigo y el maíz en la Unión Europea o a la cebada y el trigo en Canadá.
El consumo mundial de cereales se situarán según el informe del IGC en los 1.978 millones de toneladas que supone un ligero descenso frente al alcanzado en la campaña previa que fue de 1.976 millones de toneladas.
Por lo que se refiere al trigo, el dato de julio es un millón de toneladas superior a la de junio alcanzado los 710 millones de toneladas, muy lejos del record de la cosecha anterior cuando se llegaron a recoger 7121 millones de toneladas. En cuanto a las previsiones de consumo se estima que puede situarse en los 712 millones, uno menos que en el informe de junio pero muy por encima del dato de la campaña previa cuando ese dato se situó en los 702 millones de toneladas.
En cuanto al maíz, el informe del Consejo Internacional de Cereales de julio eleva la producción en tres millones de toneladas más frente al de junio, situando la recogida mundial en los 996 millones de toneladas, más cerca de los 1.000 millones de la cosecha de 2014. El consumo previsto, por el contrario baja en relación a junio 4 millones pasa fijar la previsión en los 972 millones, lejos de los 977 de la previa.
Por último, la cosecha de soja va a ser, en 2015 de 316 millones de toneladas, aún lejos de record alcanzado la campaña previa cuando se llegó a los 312 millones. Aunque la producción baja no lo hace el consumo que se eleva hasta los 314 millones de toneladas, 6 millones más que en la campaña 2014 cuando se estableció en los 308 millones
