El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia leonesa, Guillermo García Martín, ha presidido hoy, 29 de mayo, la segunda reunión del consejo agrario provincial, tras su constitución el pasado mes de marzo, entre las organizaciones profesionales y la Administración. En él se ha informado de la evolución de los cultivos teniendo en cuenta la situación meteorológica.
En el caso de los cultivos de secano, tanto los cereales, como la veza y la alfalfa se han visto muy afectados por la sequía inicial y las heladas posteriores en toda la provincia leonesa. En concreto, las zonas más perjudicadas han sido las situadas al sur de la provincia (Sahagún y parte sur de Esla-Campos). En ellas, la merma de la cosecha será muy elevada, superando el 70% con respecto a una campaña tipo. En el resto de zonas, sin embargo, sí se ha dado una cierta recuperación tras las lluvias de las últimas semanas, aunque la reducción de la cosecha se estima algo más del 50%. El girasol evoluciona adecuadamente, dándose un incremento de la superficie de dicho cultivo.
En la DO Bierzo los daños alcanzan el 70% y el 60% en la marca de calidad Tierra de León
El viñedo, por su parte, se ha visto perjudicado por las heladas. En la Denominación de Origen Bierzo, los daños alcanzan el 70 % de media a nivel comarcal y el Consejo Regulador ha solicitado la declaración de zona catastrófica. En esta zona, de las 3.000 hectáreas inscritas, sólo 100 están aseguradas. En el caso de la D.O. Tierra de León, la damnificación es también elevada, alrededor del 60 %, y el Consejo Regulador también ha pedido la declaración de zona catastrófica. En esta área, de 1.400 hectáreas, 130 están aseguradas.
Las heladas han ocasionado perjuicios en la patata, que ha sido el cultivo más afectado. Por su parte, la cereza también ha sufrido el efecto de las heladas, y en algunos municipios del granizo. En este caso, la pérdida de producción se estima en un 70 %. Una pérdida que sufrirán además las peras y las manzanas, en concreto, entre un 80 y 85 % en la primera y un 90 % en la segunda.
El lúpulo, sin embargo, ha evolucionado favorablemente tras los daños sufridos por las heladas, y se espera una producción normal.
En cuanto a los cultivos de regadío, la remolacha y el maíz recién nacidos se han visto damnificados a consecuencia de las heladas. Esto ha obligado a tener que resembrar una parte importante de la superficie destinada a los mismos. Los cereales en regadío, principalmente trigo y cebada, se han visto afectados por las heladas y se espera una reducción de producción entre el 20 y 30 %, según comarcas, con respecto a una campaña normal. El trigo duro presenta daños elevados que superan el 50 %. Y se ha producido un incremento en las siembras de girasol.
Respecto a los pastos, han mejorado de forma sensible en todas las comarcas gracias a las lluvias de los últimos días, especialmente en las zonas de montaña.
Las organizaciones profesionales agrarias, además de ratificar los datos facilitados por la Administración, han solicitado al Consejo Agrario Provincial que traslade a la Consejería de Agricultura y Ganadería una serie de medidas. Desde Asaja, se planteó que, de cara a las posibles ayudas que puedan establecerse para paliar las pérdidas en el sector agrícola de la provincia, se deberían tener en cuenta las especificidades de la comarca del Bierzo, comarca con un porcentaje reducido de agricultores profesionales, cuestión que había puesto en conocimiento de la Consejería de Agricultura y Ganadería. Otras cuestiones planteadas por esta organización fueron las relativas al módulo ganadero, sobre la tramitación de los cambios de titularidad del ganado equino y una propuesta de que se introdujesen en la lista de subsectores prioritarios a efectos de ayudas tanto el lúpulo como el equino de carne.
Por su parte, Alianza por la Unidad del Campo solicitó que se concediese la autorización necesaria para que tanto la colza como el trigo, cultivos afectados por la sequía y la helada, pudiesen segarse y destinarse a forraje.
Ambas Organizaciones manifestaron la necesidad de que se agilizasen los pagos de los expedientes de ayudas tanto para las primeras incorporaciones de agricultores jóvenes, como para los expedientes de modernización de explotaciones.
