El Comisario de Agricultura, Phil Hogan, asegura que el final de las cuotas lácteas es un «gran reto y una gran oportunidad» para el sector

Agronews Castilla y León

26 de marzo de 2015

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El régimen de cuotas lácteas de la UE finaliza el 31 de marzo de 2015. Creado en 1984 cuando la producción comunitaria superaba ampliamente la demanda, el régimen fue uno de los instrumentos que se crearon para hacer frente a esos excedentes estructurales.

Las sucesivas reformas de la política agrícola común de la UE han acentuado la orientación del sector al mercado, dotándole, al mismo tiempo, de otros instrumentos más focalizados para ayudar a los productores de las zonas vulnerables (como, por ejemplo, las de montaña), donde los costes de producción son más altos.

Establecida por primera vez en 2003 con el fin de ofrecer a los productores de la UE más flexibilidad para responder a la creciente demanda, especialmente del mercado mundial, la fecha definitiva para poner fin a las cuotas se confirmó en 2008 con una serie de medidas destinadas a allanar y facilitar el camino. Pero, incluso con cuotas, las exportaciones lácteas de la UE han aumentado en los últimos cinco años un 45 % en volumen y un 95 % en valor. Y las proyecciones del mercado indican que las perspectivas de que el crecimiento continúe se mantienen con vigor, particularmente en el caso de los productos con valor añadido (tales como el queso), pero también en el de los ingredientes que se utilizan para la fabricación de productos nutricionales, dietéticos y para deportistas.

En declaraciones previas a la supresión del regimen de cuotas, el Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, Phil Hogan, ha afirmado: «El final del régimen de cuotas lácteas constituye un reto a la vez que una oportunidad para la Unión. Un reto, porque toda una generación de productores lácteos tendrán que vivir en circunstancias radicalmente nuevas y desenvolverse, qué duda cabe, en un medio caracterizado por la volatilidad. Pero será también, ciertamente, una espléndida oportunidad en términos de crecimiento y empleo. Focalizándose más en los productos con valor añadido así como en los ingredientes destinados a los alimentos «funcionales», el sector lácteo tiene posibilidades de convertirse en uno de los impulsores económicos de la UE. Las zonas más vulnerables donde la desaparición del régimen de cuotas puede verse como una amenaza podrán beneficiarse de todo el abanico de medidas de desarrollo rural derivadas del principio de subsidiariedad».



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