Ecologistas en Acción asegura que el nuevo Reglamento de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid supone un retroceso en la conservación y protección de este patrimonio

Agronews Castilla y León

25 de julio de 2017

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La Consejería de Medio Ambiente, con 18 años de retraso, está tramitando el Reglamento de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid. Es una norma que desarrolla la Ley aprobada en 1998. Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones. Para esta organización, el proyecto de Reglamento debe mejorar sustancialmente para convertirse en una herramienta eficaz en la protección de este importante patrimonio.

La Ley de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid establece que en el plazo de un año, desde su aprobación que fue en 1998, debe aprobarse el reglamento que la desarrolle. Con 18 años de retraso, la Consejería de Medio Ambiente está tramitando esta norma. A juicio de Ecologistas en Acción, el nuevo Reglamento es insuficiente y, en algunos aspectos supone un retroceso en la conservación y protección de este patrimonio caminero y ambiental.

Durante el período de consulta pública, abierto por la Consejería de Medio Ambiente, Ecologistas en Acción ha presentado 23 sugerencias y observaciones al proyecto de Reglamento. Entre las cuestiones planteadas hay que destacar que el proyecto de Reglamento desaprovecha la oportunidad de dotarse de eficaces mecanismos de protección, recuperación y ordenación de usos de las vías pecuarias madrileñas, ahondando en el proceso de su transformación en suelo destinado a actividad económica intensiva.

El futuro Reglamento no apuesta por realizar proyectos de clasificación de vías pecuarias de los municipios que aún carecen de ellos, como son los casos de Madrid o Rascafría. Esta situación dificulta o impide su conservación y defensa y permite su usurpación. La clasificación es el acto administrativo que declara su existencia. Sin la clasificación, las vías pecuarias no existen jurídicamente.

El proyecto dificulta que la ciudadanía participe en el proceso de conservación de las vías pecuarias, al no ofrecer a ésta el poder formular denuncias ante problemas existentes en las vías pecuarias, a través de modernos y rápidos sistemas informáticos. El proyecto elimina la posibilidad de que las permutas de vías pecuarias sean informadas por la Sección de Vías Pecuarias del Consejo de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, impidiendo la transparencia y control social de éstas.

El nuevo Reglamento ignora premeditadamente que la Ley -que debe desarrollar- obliga a destinar los terrenos desafectados de las vías pecuarias a actividades de interés público y social “exclusivamente”; y desaprovecha la oportunidad de articular una eficaz coordinación entre la administración competente en materia de vías pecuarias y en infraestructuras viarias (estatal y autonómica), para que desde el instante de la concepción de una carretera ambas administraciones estén coordinadas y no afectar a los caminos pastoriles.

En relación a los usos, se sigue apostando por actividades altamente impactantes como las competiciones motorizadas (ralis) pese a los daños que sufren las vías pecuarias y los trastornos que causan a los ganaderos.

Tampoco se avanza en la resolución de uno de los problemas que mayor deterioro causa a la red pecuaria madrileña, las ocupaciones temporales (más de 2.500 en 2017). Es necesario una regulación más adecuada y selectiva para permitir estas ocupaciones y que elimine las ocupaciones temporales impropias como restaurantes, aparcamientos, gasolineras, etc. Por el contrario, el proyecto de Reglamento amplia el abanico de usos.



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