Cuatro jóvenes agricultores se sinceran: Así ven el presente y el futuro

Agronews Castilla y León

13 de mayo de 2017

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El que más, lleva 14 años trabajando en sus explotaciones. El que menos tres. Pero todos tienen algo en común, las raíces del sector corren por sus venas desde que tomaron la decisión de dedicarse a ello en cuerpo y alma. Son cuatro jóvenes agricultores de Soria, Ávila, Valladolid y León.

Cuatro historias de gente que está a pie de campo cultivando cereales de secano, colza o girasol como las 150 hectáreas de la explotación que tiene junto a su hermano Diego Escalada en Pedraja (Soria) quien ve que esta campaña apenas tendrá rendimientos y serán, en esta ocasión, más las pérdidas cosechadas que las ganancias, debido a las sequías y heladas de esta primavera: “Hay años buenos y años malos hemos pasado la crisis como hemos podido pero en este caso dependemos siempre de los terceros” explica el agricultor a Agronews.

La historia de Diego

Y esos terceros, a los que Diego señala sin problema, distribuidores e industrias, son los que “fijan los precios a los que hay que vender” y los que, a su juicio, imposibilitan que puedan crecer. Eso sí, apoya que haya más tecnificación del campo, que quizá haya más profesionalización,aunque eso no implique una generación anterior más pobre en conocimientos. Y pone como ejemplo a su padre: “Él sabía tanta agricultura como yo, pero ahora hay más variedades y maquinaria pero tampoco ha sido un gran cambio”.

Sobre su papel, el de los jóvenes en el campo, es tajante: “Se nos podría sacar más provecho, pero no se nos valora, aunque con la crisis se ha quedado más gente que antes prefería irse a una fábrica a ganar dinero”.

Carlos lleva tres años esperando ayuda a Primeras Instalaciones y Mejora

Eso sí, en lo que coincide él -y todos- es en que “sin ayuda familiar” echar a andar el negocio es una tarea imposible. Así lo ve también Carlos de León cuya explotación en la leonesa localidad de Carvajal de Fuentes está a día de hoy llevada por él, su hermano y su padre. En sus 120 hectáreas de regadío y casi 1.100 de secano hay que laborar todos los días y él ha visto, desde que empezase en 2014 lo mismo, que el respaldo de su padre ha sido fundamental no para empezar, sino para seguir: “Si no tienes esa mano, hay que pagar muchos intereses y no merece la pena, sin eso es realmente imposible” matiza.

Carlos solicitó hace tres años -con la inversión en maquinaria ya hecha- la ayuda a Primeras Instalaciones y a Planes de Mejora. Subvenciones que, tal y como, explica, a día de hoy aún no ha visto: “Todavía no me ha llegado el dinero, el agricultor que venga solo lo tiene muy mal si no tiene un buen colchón económico” lamenta. Cree que el sector primario podría tener por sí mismo una viabilidad, podría subsistir, pero con una condición, que los precios estuviesen por encima de los costes de producción.

De esa forma, según explica, se quedarían los verdaderos productores, esos ATP que eliminarían a aquellos “otros poderes” como las industrias y comerciantes, quienes ven la rentabilidad en la ayuda económica en lugar de trabajar la tierra: “A día de hoy sin ayudas de la PAC no se hace nada, porque hay que hacer gastos en fertilizantes y abonos para el año que viene”. Ambos pertenecen a Asaja de León y cree, tal y como añade Carlos que “las organizaciones facilitan mucho a llevar los trámites burocráticos” que se exigen hoy en día.

Gustavo opta por dar la PAC a los ATP

Gustavo Negro, joven agricultor de UCCL tiene la explotación de 185 hectáreas de secano y regadío en Torrecilla de la Torre, terreno que heredó de sus tíos; y es allí donde ha visto en los seis años que lleva en las tierras, la evolución del sector. En su caso recibió la ayuda a la incorporación al año de haberla solicitado -en 2011-, pero coincide en que hay algunos compañeros que han tardado más en ser pagados.

Sobre la profesionalización del campo, Negro cree que los cursos y formación sobre asuntos como fertilizantes y tratamientos han ayudado a tener más conocimiento concreto de la tierra pero siguen existiendo muchos hándicap: “Llevan años diciendo que solo van a cobrar los ATP, pero al final terminan llevándoselo todos, la PAC debería ser para los que vivimos solo de esto” reclama. Es más, cree que el primario es el “único sector” al que le ponen precio tanto para comprar como para vender.

Ventura, optimista pero realista con el futuro del sector

Precios que, pese a la subida de los gastos, apenas se han mostrado variables en productos como los cereales o legumbres. Los mismos que también siembra Ventura González, perteneciente a UPA-COAG en su explotación de 150 hectáreas en Ávila y que en los cinco años que lleva inmerso por y para el campo han mostrado una línea negativa en este mundo: “El aumento del precio del petróleo nos encareció nuestros ‘input’ y, cuando este precio bajó, el input se mantuvo, lo que unido a los precios más bajos de nuestros productos nos ha llevado a estar donde estamos”.

Mira “con esperanza” el futuro augurando que lleguen nuevos agricultores pero no lo ve viable por dos motivos, el acceso a la tierra y los requisitos exigidos (hectáreas o cabezas de ganado según el sector) y, por otro lado, la burocracia de la administración para incorporar a los jóvenes: “Deberían ser para el momento en el que se incorporan, no para cuatro o cinco años después” explica.

Eso les hace, a su juicio, elegir entre pagar la amortización hecha en maquinaria o pagar el alimento con el que producir y termina derivando en un laberinto de deudas del que resulta complicado salir: “Ahora hay peritos agrónomos, ingenieros y arquitectos ejerciendo esta labor” explica el que también es técnico superior en salud ambiental.

Sobre el devenir, creen que la PAC que se trace a partir del 2020 es buena “en términos de medio ambiente y el respeto al ecosistema” pero creen que hace falta fijar la figura y la importancia del Agricultor a Título Principal que ayude a exprimir lo suficiente un sector que pueda permitirles seguir viviendo aquí. En la tierra. En sus raíces.



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