Catadores de la Guía Peñín confirman el “gran potencial” de los vinos zamoranos tras probar cerca de 70 caldos

María José Salvador

16 de mayo de 2016

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Los catadores oficiales del panel de cata de la Guía Peñín, Javier Luengo y Alberto Ruffoni, estuvieron en la capital zamorana para catar alrededor de 70 vinos procedentes de las Denominaciones de Origen Arribes, Tierra del Vino de Zamora y Vinos de Calidad de Benavente-Valles para incluirlos en la nueva Guía 2017.

La primera impresión de estos dos prestigiosos catadores no dejó lugar a dudas al destacar “el gran potencial vitivinícola de los vinos de zamoranos”, destacando el suelo y las variedades que unidos aportan una complejidad “muy interesante” para los caldos de la zona, además de “una rusticidad como valor, bien entendida y domesticada, además de un gran potencial de envejecimiento”.

También destacaron los pequeños proyectos que son capaces de conseguir vinos muy singulares, con mucha tipicidad y alto nivel.

Precisamente, Javier Luengo, aseguró a AGRONEWS CASTILLA Y LEÓN que “la fortaleza de la Denominación de Origen Arribes se caracteriza por su estilo diferencial de variedades como son la Juan García, Rufete y Bruñal con las que juega para mostrar vinos diferentes que sirven de buen argumento para venderlos”.

Así las cosas, Luengo establece unas importantes diferencias entre las 2 Denominaciones de Origen y los vinos de Benavente y Valles al señalar, por ejemplo, que los vinos de la D.O [[{«fid»:»27747″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:1920,»width»:2560,»style»:»width: 450px; height: 338px; border-width: 6px; border-style: solid; margin: 6px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Arribes son “balsámicos, con matices silvestres, eso es positivo dentro de la homogeneidad con respecto a otras zonas”. En el caso de la Denominación de Origen Tierra del Vino de Zamora “hablamos de vinos en los que la variedad que predomina es Tempranillo que les da una característica de corpulencia, que están equilibrando los tiempos de crianza, con taninos persistentes, son vinos que envejecen bien y que tienen bastante fruta y cuerpo”. Por último, en el caso de los Vinos de Calidad de Benavente y Valles, “la uva Prieto Picudo consigue elevar ese punto de acidez y trasformar unos vinos con madurez relativamente alta como vehículo potenciador de estos caldos”.

Los dos catadores se quedaron “gratamente sorprendidos” con algunos de los vinos degustados y con las diferentes añadas. Hay que recordar que los resultados obtenidos formarán parte de la nueva Guía Peñín del próximo año, la cual será presentada a finales de este 2016 con unas 11.000 muestras catadas. Esta prestigiosa Guía está presente en más de 20 países, además del español se edita en Inglés y en Alemán y como reconoce Javier Luengo, “la Guía Peñín cada vez tiene más aceptación entre los bodegueros porque utilizan las puntuaciones como primer corte a la hora de seleccionar sus vinos”.

Por otra parte, el Presidente de los Vinos de Calidad de Benavente y Valles, Julio Otero, dice que es muy importante aparecer en la Guía porque en ella “salen todas las bodegas y el estar bien puntuado es una referencia para el mercado nacional e internacional”. Reconoce también que no es un “Robert Parker” pero a nivel Europeo sirve para vender “nuestro vino muy bien”.



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