La Consejería de Agricultura de Castilla La Mancha se sube a la montaña rusa de subidas anunciadas y bajadas confirmadas de las ayudas a la agricultura ecológica… y a los agricultores, a los que se está conduciendo al callejón de decidir si se mantienen o no en el sistema en estas condiciones, se la juegan a la ruleta rusa (con todas las balas en la recámara) con unos importes que no compensan los gastos de la producción ecológica y comprometen la viabilidad de las explotaciones.
No vamos a entrar en valoraciones ácidas, no vamos a utilizar calificativos gruesos, no vamos a comentar la foto… que lo merecería.
Nos vamos a limitar a poner el acuerdo que ayer firmaron y rubricaron cuatro organizaciones con el Consejero sobre las ayudas a la agricultura ecológica y que sean los propios agricultores los que digan lo que les parece.
En resumen:
- Los herbáceos, que en el plan anterior estaban a 287 euros por hectárea, se subieron en la orden de convocatoria inicial de 2015 a 300; se modificaron en marzo pasado bajándolas a 100 (ayuda al mantenimiento); se ofertó por la Consejería subirlas a 180 a partir de 2017 y han acordado dejarlas a 100 para 2015 y 2016 y a 140 a partir de 2017.
- Los frutos secos, se pagaron en el plan anterior a 249 euros por hectárea; prima que se mantuvo en la convocatoria de 2015 y que se recortó a 200 en revisión de marzo… y así se queda, a 200 euros por hectárea, para los 5 años.
- El viñedo se acogió en 2007/2013 a 291 euros por hectárea; se subió en la convocatoria de 2015 a 310 y se bajó a 200 en la modificación de la orden en marzo pasado… y es lo que hay, los 200 euros, para el quinquenio del compromiso.
- El olivar se beneficiaba con el programa anterior de una prima de 329 euros por hectárea; en la convocatoria 2015 se subió a 340, para rebajarlo después, en marzo, a 200 y ahora mantenerlo en esos 200 para 2016 y subirlo según el acuerdo a 220 pero a partir de 2017, también.
Por cierto, que el acuerdo también incluye que se condicionará el cobro de las ayudas al compromiso de comercializar al menos un 20 % de la producción como ecológico.
Para costear la subida (en realidad no es una subida sino un magro alivio del brutal recorte aprobado) en herbáceos y olivar se subirá el capítulo de agricultura ecológica del Programa de Desarrollo Rural de 214 millones de euros (para todos los años de funcionamiento del Plan, o sea, hasta el 2020, con posibilidades de cargar gastos hasta el 2023) a 227,18 millones de euros.
El acuerdo dice que habrá 3 millones de euros adicionales (pero si la ficha financiera de la medida es de 227,18 millones de euros para todo le programa, tendrán que salir de ahí) para que los expedientes de 2015 que ahora se van a quedar fuera (al no alcanzar la puntuación mínima debido a la aplicación de los criterios de prioridad aplicados por la limitación de presupuesto) puedan presentarse a una convocatoria de mantenimiento en 2017… con los importes ya expuestos, claro, y prioritariamente para jóvenes que se incorporan, prioritarias y ATP. Los que se planteen acudir en el futuro a esta medida tendrían que mantenerse haciendo ecológica sin cobrar ayudas hasta entonces.
Y no hay más… el resto de medidas (Plan Estratégico, fomento de calidad y canales cortos, etc…) son cuestiones que, primero habrá que ver en que consisten realmente y su recorrido (de presupuestos adicionales para ello, ni hablamos, evidentemente) y que, en cualquier caso, se hubieran debido poner en marcha aunque las primas se hubieran mantenido a niveles razonables.
Cada cual que mida ahora si con estas primas se la juega o no a seguir en el modelo ecológico… cada cual que asuma la responsabilidad de haberlas aprobado o de haberles dado su “pláceme”… y que cada cual decida si quienes lo han hecho merecen o no su confianza para que los representen.
Por nuestra parte vamos a seguir manteniendo que las nuevas reglas de juego puede que le valgan al Consejero… puede que le valgan a quienes salen en la foto… pero no les valen a los agricultores y desde la Unión de Uniones vamos a apoyar cualquier medida que quieran adoptar para defender la rentabilidad de sus explotaciones y el modelo agroecológico.
