ASAJA Sevilla denuncia que los márgenes abusivos de las extractoras y el hundimiento de los precios colocan al girasol en riesgo de desaparición

Agronews Castilla y León

8 de agosto de 2014

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ASAJA-Sevilla recomienda a los agricultores que guarden las pipas a la espera del repunte en la cotización del girasol

Hasta 40 euros, asegura ASAJA Sevilla, que ha caído el precio de la pipa de girasol en poco más de 20 días, los que se lleva de campaña de recolección en Andalucía. A mediados de julio la tonelada de pipas de girasol cotizaba a 350 euros, mientras que esta semana por esa misma tonelada no se pagan más de 310 euros.

Son precios de ruina, aseguran desde el sindicato, que no permiten que el agricultor cubra siquiera sus costes.

El inicio de campaña es calcado al de 2013, cuando también se hundieron los precios al inicio de la recolección para remontar después, pero con una pequeña peculiaridad, los precios este año están cayendo aún más que el pasado y se han situado a unos niveles suelo tan bajos que ya sólo les resta subir cuando finalice la campaña de recolección, por lo que la recomendación de ASAJA-Sevilla a los agricultores es muy clara: deben almacenar las pipas en la propia explotación o entregarlas a las cooperativas a la espera de que repunten los precios.

Las consecuencias de la presión de los márgenes abusivos de las extractoras sobre los agricultores ya se están notando. Sevilla, primera provincia productora de girasol de España, ha experimentado una caída del 15 por ciento de su superficie de girasol tras el hundimiento de los precios en la pasada campaña. De las 164.000 hectáreas que se sembraron en 2013 hemos pasado a poco más de 140.000 en la presente campaña y la tendencia para la próxima puede ser desastrosa, pues obviamente, aseguran desde ASAJA, si la industria extractora no paga un precio que garantice una mínima rentabilidad los agricultores buscarán un cultivo alternativo, lo que puede resultar tremendamente perjudicial para las propias extractoras, especialmente para aquellas que desarrollan su actividad en comarcas agrarias del interior de España.

Similar es la caída de la superficie a nivel regional. Andalucía ha perdido en un año 34.000 hectáreas al pasar de las 321.000 de la pasada campaña a las 287.000 de esta.

ASAJA-Sevilla lamenta la falta de sensibilidad y de sentido común de la industria extractora, que carece de visión sectorial, pues dado que su capacidad de molturación duplica la capacidad de producción de España y su actividad depende fuertemente de las importaciones y de las eventualidades de los envíos de materia prima, en muchos casos cultivada en zona de conflicto, debería ajustar sus márgenes y reforzar su apuesta por la producción nacional para cubrir al menos el 50% de sus necesidades con pipas producidas en España.

Tercera campaña consecutiva en pérdidas

Los productores andaluces de girasol afrontan su tercera campaña consecutiva en pérdidas, tras la sequía de 2012 y la campaña de bajos precios de 2013, la de 2014 tampoco ha arrancado con buenas perspectivas, pues los precios de ruina con que inician la compra las extractoras dejan de nuevo a las explotaciones de girasol por debajo del umbral de rentabilidad.

Si bien las perspectivas al inicio de campaña eran otras, dado que los precios del aceite de girasol y de la torta se mantenían a unos niveles aceptables en el mercado internacional y la evolución agronómica del cultivo, a pesar de una primavera corta de agua, ha sido buena y se ha visto además favorecida por las temperaturas suaves de junio y julio que han propiciado una excelente granazón de la pipa, por lo que la producción andaluza se estima que superará las 350.000 toneladas, lo que supone que la media de producción se situará ligeramente por encima de los 1.200 Kg/ha. Una producción media que en una situación normal de mercado debería dejar beneficios en la explotación. Sin embargo, con el precio de ruina al que han abierto las extractoras para cubrir costes se necesita producir más de 1.300 kilos de girasol por hectárea, lo que deja a muchas explotaciones en pérdidas.

Desde ASAJA-Sevilla se realiza, a través de un comunicado de prensa, un triple llamamiento, en primer lugar a la industria extractora, advertiendo que van a mantener una actitud vigilante y ante cualquier sospecha de pacto, acuerdo o movimiento especulativo, trasladarán los hechos a la autoridad competente.

En segundo lugar al agricultor, a quien instan a que no venda por debajo de precio del mercado, que viene marcado por el valor del aceite y de la harina, que es el que indica el suelo al que las extractoras tendrán que comprar la pipa de girasol para abastecer sus necesidades. Desde ASAJA-Sevilla se recomienda a los agricultores que guarden la cosecha y no la entreguen hasta que el precio no remonte.

En tercer lugar, y si las extractoras continúan con su política de precios bajos, esta organización agraria hace también un llamamiento a los propios consumidores y sus organizaciones, para que demanden una bajada proporcional del precio del aceite de girasol en los supermercados y puntos de abastecimiento, puesto que en caso contrario, sería la industria la que estaría obteniendo un beneficio desproporcionado a costa de agricultor y del consumidor.



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