ASAJA ha comprobado que la AICA está pidiendo en estos días a diferentes bodegas y explotaciones viticultoras de El Bierzo toda la información sobre contratos a los diferentes trabajadores temporeros que hayan participado en la pasada campaña de uva. El objetivo, según dice la organización es que se cumpla con lo establecido en la Ley 12/2013 del 2 de agosto en materia de contratación alimentaria.
Los viticultores tienen diez días para suministrar la información de sus contratos
En otras palabras, la AICA está recabando datos para que los contratos que se hayan firmado estén por escrito entre agricultor y bodega, siempre que la operación supere los 2.500 euros, además de fijar un precio en la remuneración y que se hayan respetado los plazos de pago. El Director de la AICA ha recordado a los productores del Bierzo que en los casos en los que las entregas de uva se hubieran hecho sin contrato, la infracción que se derive recaerá en la bodega. Si se niegan a dar estos datos -para lo que tienen diez días-, la sanción se mantendrá por no cumplir en materia de contratación.
Según ASAJA esta medida es muy positiva y, tal y como reclaman, «en un corto plazo se ha de extender a todos los productos alimentarios. El papel de la AICA, como organismo inspector y sancionador, será determinante para que se aplique una ley pionera en Europa que no pretende otra cosa que la trasparencia en unas relaciones comerciales donde el sector primario es la parte más débil de la cadena”.
